Cómo curar un disco de arado con aceite o grasa | ChemerLandia

Cómo curar un disco de arado con aceite o grasa animal: el ritual esencial para el sabor

Si recién compraste un disco de arado, o estás por estrenar ese viejo compañero de hierro olvidado en el galpón, tenés que saber algo: antes de cocinar, hay que curarlo.
No es solo un paso técnico; es un ritual. Una ceremonia donde el hierro se transforma en una superficie lista para dar sabor, evitar óxidos y durar toda la vida. Y sí, la mejor manera de hacerlo sigue siendo la más tradicional: con grasa animal o aceite.

¿Por qué curar un disco de arado?

El disco de arado viene con impurezas de fábrica, restos metálicos y una superficie porosa que puede oxidarse rápidamente.
El curado cumple tres objetivos clave:

  1. Elimina residuos e impurezas
  2. Genera una capa antiadherente natural
  3. Protege el hierro del óxido y la humedad

Sin el curado, tus primeras comidas sabrán a metal, se pegarán, y tu disco podría oxidarse en cuestión de días.


Video gentileza de Sor Parrillas

¿Aceite vegetal o grasa animal?

Ambos funcionan, pero si querés un curado más profundo y duradero, la grasa animal (como grasa vacuna o de cerdo) es la opción clásica. Tiene un punto de humo más bajo, penetra mejor en el hierro y crea una capa más espesa.

El aceite (girasol, maíz, canola) también es útil si preferís una alternativa vegetal, pero necesitará más aplicaciones.


Paso a paso: cómo curar tu disco de arado

 Tiempo estimado: 1 a 2 horas
 Necesitás:

  • Grasa animal o aceite
  • Papel de cocina o trapo
  • Fuego (leña, carbón o hornalla potente)
  • Paciencia y ganas de cocinar

1. Limpieza inicial

Lavate bien el disco con agua caliente y detergente. Usá una esponja de acero si es necesario. Secalo completamente para evitar oxidación inmediata.

2. Primera quema

Colocá el disco sobre fuego fuerte. Cuando empiece a cambiar de color (oscurecerse o ponerse azulado), es hora de empezar el curado.

3. Aplicá grasa o aceite

Con el disco bien caliente, aplicá una capa fina de grasa animal (o aceite) usando papel o trapo. Ojo con las salpicaduras.

4. Dejá que humee

El hierro va a empezar a humear: es normal. Esa es la grasa «quemándose» y adhiriéndose al metal. Dejá que se consuma casi por completo.

5. Repetí el proceso

Aplicá una nueva capa de grasa o aceite. Hacelo unas 3 a 4 veces para un curado bien profundo.


 ¿Cómo sabés que está bien curado?

Tu disco pasará de ser gris metálico a un negro brillante o marrón oscuro. La superficie se va a ver lisa, sin restos pegajosos. ¡Eso significa que está listo!


Mantenimiento después del curado

con que curar un disco de arado
  • Nunca lo laves con detergente. Solo agua caliente y esponja.
  • Secalo bien después de cada uso.
  • Aplicá una capa de aceite si vas a guardarlo mucho tiempo.

Bonus: el primer plato después del curado

Tradición manda que la primera comida sea un revuelto con mucha grasa o aceite: papas, cebollas, morrón, chorizo… Eso va a reforzar aún más el curado y darte la excusa perfecta para celebrar con algo rico.


En resumen

Curar tu disco de arado con grasa animal no es solo mantenimiento, es el primer paso hacia el sabor auténtico de campo. Un hierro bien curado no solo cocina mejor: te acompaña toda la vida.


¿Buscás discos de arado, accesorios o parrillas modulares de calidad?
Visitá chemerlandia.com y armá tu cocina al aire libre como se debe.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *